La formación bonificada y la formación subvencionada son dos conceptos relacionados pero distintos. La formación bonificada permite a las empresas en España formar a sus empleados utilizando los créditos de formación disponibles a través de la FUNDAE, utilizando parte de las cotizaciones a la Seguridad Social. Por otro lado, la formación subvencionada es financiada por entidades públicas o privadas, cubriendo los costes de formación sin estar vinculada a cotizaciones sociales.
En la formación bonificada, las empresas utilizan un crédito formativo asignado basado en sus cotizaciones previas. A diferencia de la formación subvencionada, la bonificación no es una ayuda estatal, ya que el dinero proviene de la empresa misma. La formación subvencionada, por su parte, suele ser gratuita y está destinada a empleados, autónomos o desempleados, con los costos cubiertos por la autoridad financiadora.
En cuanto a la financiación, la formación bonificada se financia con los fondos de la empresa destinados a formación, mientras que la formación subvencionada es cubierta por organismos públicos. Los beneficiarios de la formación bonificada son los empleados de una empresa específica, mientras que los cursos subvencionados pueden estar abiertos a trabajadores y desempleados.